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Maternidad y política en España

Editorial / Opinion Piece / Blog Post

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February 4, 2015

Maternidad y política en España

por Raquel Nogueira

Susana Díaz embarazada de tres meses”, “Maternidad en el poder: el embarazo de Díaz reabre el debate de conciliación en política” o “¿Está Susana Díaz embarazada de mellizos? eran algunos de los titulares que se podían ver el pasado mes de enero en las grandes cabeceras españolas. Para quién no lo sepa, Susana Díaz es la actual Presidenta de la Junta de Andalucía -Andalucía es una Comunidad Autónoma española, actualmente gobernada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Pues bien, parece ser que el hecho de que una persona vaya a tener un bebé es noticia en España, ¿o no? Mirando los medios de comunicación, así lo parece pero, ¿es el hecho de que una persona que se dedica a la política procree lo que es noticia, o que sea una mujer la que se queda embarazada?

El diario El País, días después de publicar la “importante” noticia, publicaba un artículo muy interesante rechazando este gesto de darle importancia de más a algo tan natural como la maternidad: “Susana Díaz embarazada, el poder de la maternidad”. La autora cuestiona algo que todas nos hemos cuestionado al leer los titulares: ¿sería lo mismo si el Presidente - hombre- de otra Comunidad Autónoma fuese a ser padre? La respuesta clara es no, obvio que no. Parece ser que, para los más ortodoxos o conservadores, el embarazo de una Presidenta en año electoral demuestra su falta de profesionalidad -o algo similar. Sin embargo, como expresa perfectamente la autora del artículo, nada tiene que ver con eso. Las críticas, más bien, ocultan que a la sociedad española, a pesar de los pasos de gigante dados en temas de igualdad, “le sigue extrañando, y porque, a estas alturas del partido, muchos aún cuestionan la capacidad de las mujeres de compatibilizar el embarazo y la crianza de los hijos con una dedicación profesional absoluta.

Pero no es la única política de la que se ha hablado -mientras muchos políticos han sido padres sin trascender a los medios de comunicación. En su  momento, cuando Carme Chacón (también del PSOE) era Ministra de Defensa -la primera mujer en asumir este cargo en España- su embarazo fue bien criticado y eso que no se ausentó de sus obligaciones para con su cargo. Lo mismo ocurrió con Soraya Sáenz de Santamaría, Vicepresidenta de Gobierno (en este caso del Partido Popular). Ninguna de ellas abandonó su cargo, ninguna fue menos eficiente o eficaz o profesional. Pero, aún así se cuestiona la maternidad en los puestos de responsabilidad.

España ha dado pasos de gigante desde la transición en la incorporación de la mujer a la política, al mercado laboral, en políticas de igualdad y paridad de género, pero aún le queda mucho por hacer. La sociedad española necesita dejar a un lado los prejuicios y el machismo camuflado de noticias. Las mujeres que se dedican a la política no pueden seguir siendo criticadas por su forma de vestir, por sus elecciones en maternidad o por su apariencia. Tampoco ayuda que algunos de sus compañeros varones pongan en duda su inteligencia o su habilidad para el debate. Con este panorama, ¿quién querría ser mujer y dedicarse a la política en España? Parece ilógico, pero son muchas las mujeres que, desde los inicios de la democracia, decidieron coger el toro por los cuernos y tomar las riendas de este país -si bien no siempre se les (nos) deja trabajar en paz. 

Carme Chacón

por Raquel Nogueira

Susana Díaz embarazada de tres meses”, “Maternidad en el poder: el embarazo de Díaz reabre el debate de conciliación en política” o “¿Está Susana Díaz embarazada de mellizos? eran algunos de los titulares que se podían ver el pasado mes de enero en las grandes cabeceras españolas. Para quién no lo sepa, Susana Díaz es la actual Presidenta de la Junta de Andalucía -Andalucía es una Comunidad Autónoma española, actualmente gobernada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Pues bien, parece ser que el hecho de que una persona vaya a tener un bebé es noticia en España, ¿o no? Mirando los medios de comunicación, así lo parece pero, ¿es el hecho de que una persona que se dedica a la política procree lo que es noticia, o que sea una mujer la que se queda embarazada?

El diario El País, días después de publicar la “importante” noticia, publicaba un artículo muy interesante rechazando este gesto de darle importancia de más a algo tan natural como la maternidad: “Susana Díaz embarazada, el poder de la maternidad”. La autora cuestiona algo que todas nos hemos cuestionado al leer los titulares: ¿sería lo mismo si el Presidente - hombre- de otra Comunidad Autónoma fuese a ser padre? La respuesta clara es no, obvio que no. Parece ser que, para los más ortodoxos o conservadores, el embarazo de una Presidenta en año electoral demuestra su falta de profesionalidad -o algo similar. Sin embargo, como expresa perfectamente la autora del artículo, nada tiene que ver con eso. Las críticas, más bien, ocultan que a la sociedad española, a pesar de los pasos de gigante dados en temas de igualdad, “le sigue extrañando, y porque, a estas alturas del partido, muchos aún cuestionan la capacidad de las mujeres de compatibilizar el embarazo y la crianza de los hijos con una dedicación profesional absoluta.

Pero no es la única política de la que se ha hablado -mientras muchos políticos han sido padres sin trascender a los medios de comunicación. En su  momento, cuando Carme Chacón (también del PSOE) era Ministra de Defensa -la primera mujer en asumir este cargo en España- su embarazo fue bien criticado y eso que no se ausentó de sus obligaciones para con su cargo. Lo mismo ocurrió con Soraya Sáenz de Santamaría, Vicepresidenta de Gobierno (en este caso del Partido Popular). Ninguna de ellas abandonó su cargo, ninguna fue menos eficiente o eficaz o profesional. Pero, aún así se cuestiona la maternidad en los puestos de responsabilidad.

España ha dado pasos de gigante desde la transición en la incorporación de la mujer a la política, al mercado laboral, en políticas de igualdad y paridad de género, pero aún le queda mucho por hacer. La sociedad española necesita dejar a un lado los prejuicios y el machismo camuflado de noticias. Las mujeres que se dedican a la política no pueden seguir siendo criticadas por su forma de vestir, por sus elecciones en maternidad o por su apariencia. Tampoco ayuda que algunos de sus compañeros varones pongan en duda su inteligencia o su habilidad para el debate. Con este panorama, ¿quién querría ser mujer y dedicarse a la política en España? Parece ilógico, pero son muchas las mujeres que, desde los inicios de la democracia, decidieron coger el toro por los cuernos y tomar las riendas de este país -si bien no siempre se les (nos) deja trabajar en paz.