La nueva década en ciernes se inaugura con la elección de otra mujer a una Presidencia de la República. Laura Chinchilla, candidata del Partido Liberación Nacional, ha llegado al poder en Costa Rica con el 46.8% de los votos. Por otro lado, en Chile, Michele Bachelet concluye su mandato con niveles de aprobación que alcanzan el 83%. Estas trayectorias dejan de ser anécdotas para convertirse en los nuevos derroteros para las mujeres en la política latinoamericana.
El 2009 trajo también importantes cambios normativos en lo que se refiere a los derechos de participación política de las mujeres en América Latina. Ecuador y Bolivia incluyeron disposiciones que apuntan a la paridad y a la alternancia en sus nuevos textos constitucionales y leyes. Hubo también novedades en Costa Rica: nuevas reformas al Código Electoral establecieron la paridad, no sólo en las listas electorales sino también en la composición de todas las estructuras partidarias. ¿Significa que estamos ad portas de inaugurar la “década de la paridad” en América Latina? ¿Hay consenso sobre una presencia equilibrada de hombres y mujeres en la política? Por ahora las cifras nos dicen que cuando hablamos de mujeres, la región latinoamericana está aún lejos de esa meta. El promedio regional de ministras es de 23% y el de mujeres electas en ambas cámaras llega apenas al 20%. Las senadoras representan sólo un 18% y las diputadas un 20%. En las últimas elecciones legislativas realizadas hasta mayo de 2009, el promedio regional de candidatas presentadas por partidos/alianzas a ambas cámaras fue del 24%. Además, como se observa en el siguiente cuadro, los avances siguen siendo desiguales, limitados a algunos países y a algunos cargos. Para el caso de mujeres indígenas o afro-descendientes la situación es aún menos prometedora. Aunque en muchos países las mujeres han logrado una significativa presencia en los parlamentos, hay espacios importantes a los que no están accediendo porque sus partidos no apuestan por ellas: sólo el 20.5% de los congresistas que presiden comités/comisiones, así como el 11.5% de los jefes de bancada en las Cámaras de Diputados y el 6.6% en los Senados, son mujeres. ¿QUIÉN DECIDE EN LOS PARTIDOS?La escasa apertura a la promoción de liderazgos femeninos en los partidos políticos tiene un correlato en sus estructuras internas. Aunque son más del 50% de los afiliados en muchos partidos, cuanto más alto el cargo, más ausentes están: representan un 19% de sus comités ejecutivos y su presencia en presidencias/secretarías generales es aún menor: 15.8%. Esto es particularmente grave pues son estas organizaciones y sus máximas dirigencias quienes no sólo definen las listas de candidatos, los programas de gobierno o las políticas públicas una vez en el gobierno, sino que también en muchos casos designan autoridades en el Congreso. Por lo tanto, Si los partidos no se democratizan y les abren las puertas a las mujeres, ¿cómo visibilizar a ese 50% de la población, hoy sub-representado, pero que tiene mucho que decir y decidir en una democracia? Participación de las mujeres en los distintos niveles partidarios en América Latina. Desde hace varios años el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de su Programa de Apoyo al Liderazgo y Representación de la Mujer, PROLID, y el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), han asumido el compromiso de promover el liderazgo de las mujeres y la igualdad de género en América Latina. Conscientes de la urgencia de contar con cifras fiables que reflejen el estado real de la participación política de la mujer en ámbitos hasta ahora poco estudiados, en 2008 ambas instituciones iniciaron una investigación que abarcó a 95 partidos, de la que se extraen los resultados expuestos más arriba. Los mismos estarán pronto disponibles en la base de datos virtual “Género y Partidos Políticos en América Latina – GEPPAL” a la que podrán acceder todos aquellos interesados en una mayor y mejor participación de las mujeres como forma de consolidar nuestras democracias.Para mayor información contactarse con:Kristen Sample, Jefa de misión para los países andinos IDEA InternacionalLima, PerúTeléfono: 511- 440-4092 – 440-4093 Email: k.sample@idea.intVivian Roza, CoordinadoraPrograma de Apoyo al Liderazgo y Representación de la Mujer (PROLID)Banco Interamericano de DesarrolloWashington, DC, EE.UU.Teléfono: 1-202-623-2571Email: vivianro@iadb.orgPara leer el documento completo, por favor ver archivo adjunto.
La nueva década en ciernes se inaugura con la elección de otra mujer a una Presidencia de la República. Laura Chinchilla, candidata del Partido Liberación Nacional, ha llegado al poder en Costa Rica con el 46.8% de los votos. Por otro lado, en Chile, Michele Bachelet concluye su mandato con niveles de aprobación que alcanzan el 83%. Estas trayectorias dejan de ser anécdotas para convertirse en los nuevos derroteros para las mujeres en la política latinoamericana.
El 2009 trajo también importantes cambios normativos en lo que se refiere a los derechos de participación política de las mujeres en América Latina. Ecuador y Bolivia incluyeron disposiciones que apuntan a la paridad y a la alternancia en sus nuevos textos constitucionales y leyes. Hubo también novedades en Costa Rica: nuevas reformas al Código Electoral establecieron la paridad, no sólo en las listas electorales sino también en la composición de todas las estructuras partidarias. ¿Significa que estamos ad portas de inaugurar la “década de la paridad” en América Latina? ¿Hay consenso sobre una presencia equilibrada de hombres y mujeres en la política? Por ahora las cifras nos dicen que cuando hablamos de mujeres, la región latinoamericana está aún lejos de esa meta. El promedio regional de ministras es de 23% y el de mujeres electas en ambas cámaras llega apenas al 20%. Las senadoras representan sólo un 18% y las diputadas un 20%. En las últimas elecciones legislativas realizadas hasta mayo de 2009, el promedio regional de candidatas presentadas por partidos/alianzas a ambas cámaras fue del 24%. Además, como se observa en el siguiente cuadro, los avances siguen siendo desiguales, limitados a algunos países y a algunos cargos. Para el caso de mujeres indígenas o afro-descendientes la situación es aún menos prometedora. Aunque en muchos países las mujeres han logrado una significativa presencia en los parlamentos, hay espacios importantes a los que no están accediendo porque sus partidos no apuestan por ellas: sólo el 20.5% de los congresistas que presiden comités/comisiones, así como el 11.5% de los jefes de bancada en las Cámaras de Diputados y el 6.6% en los Senados, son mujeres. ¿QUIÉN DECIDE EN LOS PARTIDOS?La escasa apertura a la promoción de liderazgos femeninos en los partidos políticos tiene un correlato en sus estructuras internas. Aunque son más del 50% de los afiliados en muchos partidos, cuanto más alto el cargo, más ausentes están: representan un 19% de sus comités ejecutivos y su presencia en presidencias/secretarías generales es aún menor: 15.8%. Esto es particularmente grave pues son estas organizaciones y sus máximas dirigencias quienes no sólo definen las listas de candidatos, los programas de gobierno o las políticas públicas una vez en el gobierno, sino que también en muchos casos designan autoridades en el Congreso. Por lo tanto, Si los partidos no se democratizan y les abren las puertas a las mujeres, ¿cómo visibilizar a ese 50% de la población, hoy sub-representado, pero que tiene mucho que decir y decidir en una democracia? Participación de las mujeres en los distintos niveles partidarios en América Latina. Desde hace varios años el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de su Programa de Apoyo al Liderazgo y Representación de la Mujer, PROLID, y el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), han asumido el compromiso de promover el liderazgo de las mujeres y la igualdad de género en América Latina. Conscientes de la urgencia de contar con cifras fiables que reflejen el estado real de la participación política de la mujer en ámbitos hasta ahora poco estudiados, en 2008 ambas instituciones iniciaron una investigación que abarcó a 95 partidos, de la que se extraen los resultados expuestos más arriba. Los mismos estarán pronto disponibles en la base de datos virtual “Género y Partidos Políticos en América Latina – GEPPAL” a la que podrán acceder todos aquellos interesados en una mayor y mejor participación de las mujeres como forma de consolidar nuestras democracias.Para mayor información contactarse con:Kristen Sample, Jefa de misión para los países andinos IDEA InternacionalLima, PerúTeléfono: 511- 440-4092 – 440-4093 Email: k.sample@idea.intVivian Roza, CoordinadoraPrograma de Apoyo al Liderazgo y Representación de la Mujer (PROLID)Banco Interamericano de DesarrolloWashington, DC, EE.UU.Teléfono: 1-202-623-2571Email: vivianro@iadb.orgPara leer el documento completo, por favor ver archivo adjunto.
Apertura en los partidos políticos
Los partidos políticos tienen muchos años de creación y una estructura muy tradicional orientada a la participación de los hombres, especialmente en los cargos directivos. Por eso es necesario que dentro de los mismos haya un cambio empezando por la reforma de sus estatutos y reglamento interno. Comprender que las mujeres somos aproximadamente el 50% de la población y por lo tanto debemos estar presentes y participar activamente en las decisiones que nos afecte.
Paralelo a esos cambios, se requiere en el interior de los partidos, un espacio de capacitación a las mujeres, en horarios en los que ellas puedan participar, en el entendido que asumen en el hogar muchas más tareas que los hombres. La tarea que nos corresponde a las mujeres es prepararnos en política, interesarnos por los problemas de nuestra localidad o país, capacitarnos para ser competitivas, eficientes, de comportamiento ético, respetando principios y valores para así ser potenciales candidatas con propuestas con enfoque de género y que no nos elijan por obligación, es decir, sólo porque se tiene que completar la cuota de género.
Teresa Chara de los Ríos
Perú
Apertura en los partidos políticos
Los partidos políticos tienen muchos años de creación y una estructura muy tradicional orientada a la participación de los hombres, especialmente en los cargos directivos. Por eso es necesario que dentro de los mismos haya un cambio empezando por la reforma de sus estatutos y reglamento interno. Comprender que las mujeres somos aproximadamente el 50% de la población y por lo tanto debemos estar presentes y participar activamente en las decisiones que nos afecte.
Paralelo a esos cambios, se requiere en el interior de los partidos, un espacio de capacitación a las mujeres, en horarios en los que ellas puedan participar, en el entendido que asumen en el hogar muchas más tareas que los hombres. La tarea que nos corresponde a las mujeres es prepararnos en política, interesarnos por los problemas de nuestra localidad o país, capacitarnos para ser competitivas, eficientes, de comportamiento ético, respetando principios y valores para así ser potenciales candidatas con propuestas con enfoque de género y que no nos elijan por obligación, es decir, sólo porque se tiene que completar la cuota de género.
Teresa Chara de los Ríos
Perú