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Contra las mujeres que quieren cambiar el mundo

Editorial / Opinion Piece / Blog Post

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November 27, 2019

Contra las mujeres que quieren cambiar el mundo

Source: The New York Times

Por Gabriela Wiener,

A más de un año del asesinato de Marielle Franco, concejala de Río de Janeiro, aún no se conoce a sus asesinos. Durante este tiempo, tanta sospechosa desidia en la investigación solo ha alimentado la teoría de que detrás del crimen hay intereses muy poderosos: agentes del Estado, policía militar y hasta el propio presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y uno de sus hijos.

Marielle era un lastre para las aspiraciones del nuevo mandatario brasileño: afrodescendiente nacida en un favela, feminista y anticapitalista, tenía una agenda que consistía en pelear por los derechos de los oprimidos. En marzo de 2018, la mataron por ser una de las voces más persistentes en denunciar a grupos paramilitares que operan como crimen organizado en las favelas de Río. No le perdonaron querer cambiar la política desde adentro.

Las ejecuciones, amenazas y marginalización contra mujeres y disidencias funcionan como advertencias. El hecho de que las mujeres hayan pasado de la sumisión al cuestionamiento y a la acción en la vida pública de Latinoamérica hace que la violencia sea aún mas salvaje contra ellas. Denunciar, visibilizar y defender esas voces que son un peligro para el statu quo son hoy acciones urgentes y necesarias. Ante el avance de la diversidad, la reacción de quienes están en el poder —estatal o fáctico— se ha tornado cada vez más virulenta.

Haga clic aquí para leer el artículo completo publicado por The New York Times el 10 de agosto de 2019.

Por Gabriela Wiener,

A más de un año del asesinato de Marielle Franco, concejala de Río de Janeiro, aún no se conoce a sus asesinos. Durante este tiempo, tanta sospechosa desidia en la investigación solo ha alimentado la teoría de que detrás del crimen hay intereses muy poderosos: agentes del Estado, policía militar y hasta el propio presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y uno de sus hijos.

Marielle era un lastre para las aspiraciones del nuevo mandatario brasileño: afrodescendiente nacida en un favela, feminista y anticapitalista, tenía una agenda que consistía en pelear por los derechos de los oprimidos. En marzo de 2018, la mataron por ser una de las voces más persistentes en denunciar a grupos paramilitares que operan como crimen organizado en las favelas de Río. No le perdonaron querer cambiar la política desde adentro.

Las ejecuciones, amenazas y marginalización contra mujeres y disidencias funcionan como advertencias. El hecho de que las mujeres hayan pasado de la sumisión al cuestionamiento y a la acción en la vida pública de Latinoamérica hace que la violencia sea aún mas salvaje contra ellas. Denunciar, visibilizar y defender esas voces que son un peligro para el statu quo son hoy acciones urgentes y necesarias. Ante el avance de la diversidad, la reacción de quienes están en el poder —estatal o fáctico— se ha tornado cada vez más virulenta.

Haga clic aquí para leer el artículo completo publicado por The New York Times el 10 de agosto de 2019.