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Por qué las mujeres vestidas de blanco son el nuevo símbolo de la resistencia política

Editorial / Opinion Piece / Blog Post

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August 18, 2020

Por qué las mujeres vestidas de blanco son el nuevo símbolo de la resistencia política

Source: El Pais

«Nuestra constitución no es para mujeres. Nuestra sociedad no ha madurado lo suficiente como para votar por una mujer», dijo este mismo año el presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko, dirigente autoritario durante los últimos 26 años en su país y foco de las protestas multitudinarias que en los últimos días claman por repetir las elecciones presidenciales pese a las enormes sospechas de fraude. Él se niega. Rechaza la idea de una nueva convocatoria de comicios y defiende los resultados en los que la comisión electoral le dio un 80% de los votos frente al 10% de su principal rival, Svetlana Tijanóvskaya, autoexiliada en Lituania desde el martes pasado al sentir amenazada su familia. Tijanóvskaya, exprofesora de inglés de 38 años, se había presentado a los comicios porque las autoridades arrestaron a su marido, un popular bloguero opositor, y le prohibieron concurrir.

Lukashenko cree que su carta magna es solo para hombres. Miles de mujeres en sus calles no opinan lo mismo. Durante los últimos días, buena parte de las manifestaciones políticas de la ciudad han estado lideradas por lo que la prensa ya clama como la revolución de las «mujeres de blanco«. Como ya hicieron en su día las «damas de blanco» cubanas –disidentes formadas por esposas, hermanas, madres e hijas de presos políticos cubanos–, en Bielorrusia un fenómeno transversal y sin líderes visibles ha cristalizado en sus calles. Lo conforman mujeres vestidas de blanco (la pulsera blanca fue un símbolo de apoyo a Svetlana Tijanóvskaya durante la campaña, ella también ha vestido de blanco como símbolo político), con flores en sus manos y formando «cadenas de solidaridad».

Haga clic aquí para leer el artículo completo por El Pais el 17 de 2020.

«Nuestra constitución no es para mujeres. Nuestra sociedad no ha madurado lo suficiente como para votar por una mujer», dijo este mismo año el presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko, dirigente autoritario durante los últimos 26 años en su país y foco de las protestas multitudinarias que en los últimos días claman por repetir las elecciones presidenciales pese a las enormes sospechas de fraude. Él se niega. Rechaza la idea de una nueva convocatoria de comicios y defiende los resultados en los que la comisión electoral le dio un 80% de los votos frente al 10% de su principal rival, Svetlana Tijanóvskaya, autoexiliada en Lituania desde el martes pasado al sentir amenazada su familia. Tijanóvskaya, exprofesora de inglés de 38 años, se había presentado a los comicios porque las autoridades arrestaron a su marido, un popular bloguero opositor, y le prohibieron concurrir.

Lukashenko cree que su carta magna es solo para hombres. Miles de mujeres en sus calles no opinan lo mismo. Durante los últimos días, buena parte de las manifestaciones políticas de la ciudad han estado lideradas por lo que la prensa ya clama como la revolución de las «mujeres de blanco«. Como ya hicieron en su día las «damas de blanco» cubanas –disidentes formadas por esposas, hermanas, madres e hijas de presos políticos cubanos–, en Bielorrusia un fenómeno transversal y sin líderes visibles ha cristalizado en sus calles. Lo conforman mujeres vestidas de blanco (la pulsera blanca fue un símbolo de apoyo a Svetlana Tijanóvskaya durante la campaña, ella también ha vestido de blanco como símbolo político), con flores en sus manos y formando «cadenas de solidaridad».

Haga clic aquí para leer el artículo completo por El Pais el 17 de 2020.