La presidenta de Brasil lucha por desactivar una casta política masculina heredada de Lula que cuestiona sus métodos.
El Gobierno de Dilma Rousseff, la primera mujer al mando de Brasil y también la primera mujer en ofrecer el discurso inaugural en una Asamblea General de la ONU, entra en su décimo mes, con un reto bien preciso: hacer frente a una política que en el gigante americano ha sido masiva y agresivamente masculina y cuyos políticos varones aparecen cada día más insatisfechos y sorprendidos con ella.
Para leer la noticia completa, por favor visita el sitio web de El País
La presidenta de Brasil lucha por desactivar una casta política masculina heredada de Lula que cuestiona sus métodos.
El Gobierno de Dilma Rousseff, la primera mujer al mando de Brasil y también la primera mujer en ofrecer el discurso inaugural en una Asamblea General de la ONU, entra en su décimo mes, con un reto bien preciso: hacer frente a una política que en el gigante americano ha sido masiva y agresivamente masculina y cuyos políticos varones aparecen cada día más insatisfechos y sorprendidos con ella.
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