La campaña para las elecciones presidenciales y legislativas de abril en Perú repite el fenómeno de mujeres candidatas por dictado familiar o por ser estrellas del deporte, la televisión o la farándula y convierte en un espejismo la idea de que los partidos impulsan la participación femenina en la política.
Entre los 11 aspirantes a suceder a Alán García desde el 28 de julio, hay dos mujeres, una menos que en las elecciones de 2006, después que la tercera en liza, Mercedes Araoz, del gobernante Partido Aprista Peruano (PAP), renunció al no aceptarse su demanda de excluir de las listas legislativas a investigados por corrupción.
Para leer el artículo completo, por favor visita el sitio web de IPS Noticias
La campaña para las elecciones presidenciales y legislativas de abril en Perú repite el fenómeno de mujeres candidatas por dictado familiar o por ser estrellas del deporte, la televisión o la farándula y convierte en un espejismo la idea de que los partidos impulsan la participación femenina en la política.
Entre los 11 aspirantes a suceder a Alán García desde el 28 de julio, hay dos mujeres, una menos que en las elecciones de 2006, después que la tercera en liza, Mercedes Araoz, del gobernante Partido Aprista Peruano (PAP), renunció al no aceptarse su demanda de excluir de las listas legislativas a investigados por corrupción.
Para leer el artículo completo, por favor visita el sitio web de IPS Noticias