El proceso de dialogo que se inicia en Colombia ha  encendido el optimismo en mas del 70% de la población y nosotras como mujeres organizadas, hemos manifestado nuestro arropamiento al proceso, toda vez que también los enemigos de las paz negociada son estrategas y poderosos. No queremos ponerle palos en la rueda a un dialogo aun frágil y complejo, por mas criticas que tengamos a estos modelos de negociación en donde se excluye a las mujeres.     

Se conoce la participación de dos mujeres por parte del gobierno y una por parte de la guerrilla, todas en la segunda fila. La paz sigue siendo un asunto de hombre, como ha sido la constante en once procesos de paz anteriores, y le pedimos a las partes que designen mujeres en la primera línea de negociación. En esto la comunidad internacional puede jugar un papel muy importante.