En Colombia, las mujeres continúan siendo víctimas de la violencia por su liderazgo político y por defender los derechos humanos: entre 2018 y 2022, fueron asesinadas 131 lideresas sociales.
Un proyecto de paz auténtico y radical debe dar cuenta del fin de todas las violencias. De aquellas del conflicto armado, y de las otras: las violencias estructurales, llamadas también “sociales”. Estas últimas omnipresentes e ignoradas. El hecho es que, regularmente, la única violencia a tratar es la de la guerra y eso impide entender que precisamente una de sus causas es dejar de lado la conexión que tienen las violencias en el mundo privado con las violencias en la esfera política o pública.
La violencia que se practica contra las mujeres en nuestra sociedad es la más masiva, sistemática, atroz y, hasta hace poco, totalmente invisibilizada. Hace una década con relación a la impunidad y la negación en que se mantiene esta violencia, la Corte Constitucional colombiana afirmaba en el auto A – 092 de 2008 que la violencia generalizada en el país victimiza de manera diferencial y agudizada a las mujeres y que “la violencia sexual contra la mujer es una práctica habitual, extendida, sistemática e invisible”.
Haga clic aquí para leer el artículo completo por El País, el 27 de noviembre de 2022.